Falta menos de un mes para los comicios generales del 25 de setiembre en Italia que podrían llevar al gobierno, por primera vez en una potencia europea, a una extrema derecha. La coalición liderada por Giorgia Meloni obtendría un 24% de los votos, un punto por encima del Partido Demócrata. El escenario aún es de pronóstico reservado, aunque las tendencias en las encuestas parecen ya definidas.
El partido de ultraderecha Hermanos de Italia sería el más votado en las próximas elecciones, convocadas para que el país salga de la crisis política en la que está estancado desde que el primer ministro Mario Draghi perdió el apoyo de sus aliados para seguir gobernando. El terremoto provocado por la caída del Gobierno del exjefe del Banco Central Europeo ha dado alas a una probable victoria de la alianza derechista.
¿Quién es Giorgia Meloni y cuál son sus principales propuestas?
El personaje central de este drama es Giorgia Meloni, de 45 años y líder de Hermanos de Italia, quien niega tener un origen fascista, a pesar de que su partido comparte en su símbolo la llama tricolor con los colores de la bandera italiana que representa a los partidos de tradición posfacista. La candidata ha declarado, sin embargo, que las derechas han dejado hace décadas a la herencia fascista.
Sin duda una de las noticias que han girado en torno a Meloni en los últimos días es un video publicado en sus redes sociales sobre una violación ocurrida en Piacenza, sin el permiso de la víctima. Este contenido fue utilizado por la candidata para arremeter contra la inmigración, ya que el presunto agresor es un hombre de Guinea. Los vínculos que pretende generar Meloni entre la criminalidad y la inmigración se han convertido en un discurso poderoso para ganar adeptos en un país tan dividido como Italia.
Además de su rechazo a la inmigración, Meloni ha dejado entrever su postura en contra de los derechos reproductivos o al colectivo LGTBI+. Además, ha demostrado su apoyo a otros líderes de la extrema derecha, como Viktor Orbán o Donald Trump. Y no oculta su simpatía por el partido ultraderechista Vox, a tal punto de realizar visitas frecuentes al país de la península ibérica y recoger en su plan de gobierno algunas de las políticas aplicadas por el partido español.
Así pues, una de las principales propuestas de Meloni para aliviar la situación económica en Italia consiste en reducir los impuestos para impulsar el consumo. La coalición derechista ha elaborado un plan fiscal que inevitablemente desembocaría en un aumento del gasto público, lo que a su vez dificultaría la reducción de una exagerada deuda, que este año se prevé que ronde el 147% del PIB.