Muchas veces los latinos se sienten vulnerables en los ambientes laborales por su condición de migrantes. En muchas ocasiones sufren maltratos psicológicos, discriminación o hasta agresiones físicas. Pero ante estas situaciones queda claro que si los lazos laborales se quiebran, existen mecanismos legales para presentar una demanda al empleador. En Conquista Latino te mostraremos cómo hacerlo, lo que se necesita y los principales plazos.
¿En qué casos puedes demandar a tu empleador?
Los ejemplos clásicos son los que se refieren a la falta de pago de salario, bajarte de puesto o despedirte sin razón justificada y ejercer maltrato físico y psicológico. Aquí te resumimos algunos escenarios frecuentes:
- Demanda por despido improcedente. Es una de las razones más comunes, sin duda. La expulsión de un trabajo es ilegal cuando ocurre por razones discriminatorias, cuando se produce en forma oral, cuando no se te da la oportunidad de defenderte ante la medida, entre otras situaciones. En este caso , el trabajador deberá intentar una conciliación antes de acudir al juzgado. Si no prospera la negociación, no quedará otra opción que contactar a un abogado laboral e iniciar la demanda.
- Demanda por impago de salario. Cuando pasan las semanas, los meses e incluso hasta los años y no recibes el pago que la empresa debía desembolsarte es un motivo sólido para demandar a tu centro de labores. En este escenario también es recomendable intentar primero con una conciliación entre tú y la compañía antes de proceder con la demanda en el juzgado.
- Demanda por intimidación, acoso o maltrato. En estos casos es importante saber que si eres una víctima, la ley te protege, por lo tanto, no podrás ser despedido, degragado ni sancionado de ninguna forma por parte de la empresa donde ocurrieron los hechos. Siempre procura recabar todo tipo de evidencia que permita demostrar tu versión de lo ocurrido. En caso la demanda se archive, tampoco podrás ser despedido, salvo se demuestre que has actuado de mala fe contra la persona acusada.
¿Cuáles son los plazos para demandar a tu empleador?
Si quieres hacer valer tus derechos y proceder con la demanda en cualquier de las situaciones que te hemos descrito, debes hacerlo dentro de un plazo determinado. Caso contrario, el caso pasará a «prescripción», término que utiliza cuando la demanda se encuentra fuera de plazo. Veamos los plazos dentro de los cuales puedes demandar a tu jefe.
- Atrasos o impagos de salarios, indemnización por despido o por daños y perjuicios (amenazas, violencia, etc.): cinco años
- Indemnización por no disfrute de vacaciones, por acoso, por descenso de puesto, por daños a la salud e integridad psicofísica: diez años
¿Desde qué momento inicia el plazo para demandar?
Es una pregunta muy frecuente cuando no sabemos en qué momento empieza a correr el plazo para demandar al empleador: ¿a partir de la consumación del acto ilícito o desde la extinción de la relación laboral?
La jurisprudencia italiana ha llegado a una conclusión contundente respecto a esta interrogante. Puede decirse que hoy en día el plazo de prescripción para demandar al empleador corre desde la culminación de la relación. Esto significa que puedes esperar que tu contrato concluya para iniciar la demanda. El plazo de prescripción de 5 o 10 años comienza desde ese mismo momento.