Tras la crisis provocada por el covid-19, la presencia de los inmigrantes en el mercado italiano está mostrando mejores cifras, acercándose a los niveles previos a la pandemia. Sin embargo, las familias de extranjeros que viven por debajo del umbral de la pobreza van en aumento.
Así lo informa el XII Informe Anual sobre Extranjería en el mercado laboral en Italia, publicado hoy por el Ministerio de Trabajo y Políticas Sociales. Estos datos representan el escenario laboral para migrantes durante el 2021.
Los trabajadores extranjeros son 2,3 millones. Esto se traduce en el 10% del total de ocupados en Italia. La tasa de ocupación es del 57,8% (a comparación del 58,3% de los italianos); el desempleo es del 14,4% (a comparación del 9% de los italianos); mientras que la inactividad es del 32,4% (a diferencia del 35,9% de los italianos).
Entre los sectores con mayor presencia de trabajadores extranjeros se encuentran la agricultura (18,0% del total de ocupados), la construcción (15,5%) y hoteles o restaurantes (15,3%). Sin embargo, es en «otros servicios colectivos y personales» donde la proporción de trabajadores extranjeros es más alta: 34,3%.
Después de sufrir el impacto de la pandemia más que los italianos a inicios del 2020, los trabajadores inmigrantes se comportaron mejor el año pasado, con un aumento del 2,4% en el empleo (frente al 0,6% registrado entre los italianos).
Por otro lado, los datos de pobreza empeoraron, como demuestra un estudio en profundidad realizado por Istat (Istituto Nazionale di Statistica) para el XII Informe Anual. El 30,6% de las familias de únicamente extranjeros se encuentran en condición de pobreza absoluta, frente al 5,7% registrados entre las familias de solo italianos. Las familias con extranjeros, si bien representan solo el 9% de las familias en Italia, representan el 31,3% del total de familias pobres.