Semanas atrás una mujer de 22 años, Mahsa Amini, fue arrestada por la policía de la moral en la capital, Teherán, y murió cuando estaba detenida. Su muerte ha desencadenado casi dos semanas de disturbios generalizados que se han extendido por los principales países de Europa, congregando a estudiantes, profesionales de clase media y hombres y mujeres trabajadores.
Irán ha visto múltiples estallidos de protestas en los últimos años, muchos de ellos avivados por la indignación por dificultades económicas. Pero la nueva oleada muestra la ira contra un elemento central de la identidad del estado clerical iraní: el velo obligatorio. La televisora estatal iraní ha sugerido que al menos 41 manifestantes y policías han muerto. Un conteo de Associated Press de reportes oficiales de las autoridades sumó al menos 13 muertos y más de 1.400 manifestantes detenidos.
En los últimos días mujeres iraníes tomaron varios colegios y universidades en el país y se quitaron el hiyab en protesta por la muerte de Mahsa Amini tras ser detenida por llevar mal el velo obligatorio. A través de las redes sociales, se han difundido videos e imágenes en los que se ve a mujeres en las protestas al interior de los planteles educativos, que como parte de las manifestaciones retiraron fotografías de los líderes del régimen iraní para poner carteles en los que se lee el lema “Mujer, Vida y Libertad”.
Este lunes, algunas de las principales universidades de Teherán amanecieron con una fuerte presencia de policías antidisturbios después de que se convirtieran en los principales centros de las protestas por la muerte de Mahsa Amini. Este martes también, un grupo de mujeres en una escuela de Irán expulsaron por la fuerza a un alto funcionario del Ministerio de Educación mientras se quitaban el hiyab para agitarlo en el aire.
En Europa la solidaridad con los manifestantes que estos días protestan contra el Gobierno en Irán ha sido notoria. En Países Bajos, cientos de personas marcharon hacia el Parlamento para apoyar a los iraníes. Y en París los diputados y ministros franceses guardaron un minuto de silencio en la Asamblea Nacional en «homenaje» a los iraníes que han «pagado con su vida en esta lucha por la libertad».
Italia también ha tenido una clara postura en relación al reclamo de las iraníes. Los visitantes del museo Maxxi de Roma, depositaron mechones de pelo en una caja transparente que se entregará a la embajada iraní en Roma. Según la presidenta del museo de arte contemporáneo esta urna simbólica es en solidaridad con Amini y las muertes producto de las protestas.