Activistas de “Ultima generazione”, grupo que forma parte del movimiento internacional Extinction Rebellion, han alzado la voz bloqueando algunas calles romanas generando la molestia de los ciudadanos que necesitan usar las vías como los transportistas. Esto para mostrar su preocupación sobre el cambio climático y cómo afectará en un futuro, pero ¿Realmente existe el cambio climático? ¿Qué o quienes están detrás de estas protestas?
Marta Peirano, periodista y autora de El enemigo conoce el sistema, libro sobre la manipulación en Internet comentó: “Si el 98% de la comunidad científica dice que existe el cambio climático, pero encuentras a cinco que defienden que no, mucha gente piensa que en realidad hay un 50% de posibilidades de que una de las dos posturas sea la correcta. La idea es convertir un hecho en solo una teoría”
Esta el caso del físico Nir J. Shaviv, él trataba de explicar por qué la temperatura aumentaba, sostenía: “El aumento de la actividad solar durante el siglo XX implica que más de la mitad del calentamiento debe atribuirse al sol, no a las emisiones humanas”, él escribió este artículo en 2015 y fue refutado por la comunidad científica. Pero comento que “la ciencia no es una democracia”
Últimamente muchas personas con cargos políticos, religiosos, ultra liberales, científicos y personas con poder económico se unen con la consigna de negar el cambio climático, muchas veces con un objetivo ideológico, pero en otras ocasiones con un objetivo económico por detrás. “Hay corrientes que intentan articular la preocupación medioambiental con una propuesta muy nacionalista. Venden la lucha contra el cambio climático como la defensa de su patrimonio natural”. Comentaba el investigador de la Universidad Complutense Guillermo Fernández-Vázquez, autor de Qué hacer con la extrema derecha en Europa.
Así pues se forman las diferentes posturas ideológicas y políticas con respecto al cambio climático. La realidad es que en Italia estos individuos vuelven a hacer su aparición luego de que en el 2021 bloquearán principales autopistas, realizaran huelgas de hambre y se organizaran para protestar dentro de museos e inclusive frente a Ministerios. En Italia, este movimiento tiene un centenar de militantes, una decena en la capital: «Cuando seamos 5 mil ocuparemos el parlamento» comentaron.
Según sus declaraciones también han salido de nuevo a las calles para exigir que no se reaperturen las plantas de carbón y los nuevos proyectos que demandan la extracción de gas natural. Quieren hacer de las energías renovables fuentes de calidad de vida y generadores de miles de puestos de trabajo.
Sus huelgas tienen como objetivo llegar a los altos mandos del gobierno, aunque esto conlleve a la afectación de la vida cotidiana de los demás ciudadanos.