La contribución de la inmigración se considera fundamental para las cuentas públicas
La política italiana se encuentra atravesando una situación complicada debido a la polémica que está sucediendo en el parlamento por la eliminación de la protección especial que afectaría aproximadamente a 10.000 inmigrantes presentes en territorio italiano. Mientras tanto, el ejecutivo encabezado por Giorgia Meloni ha puesto en escrito un proyecto ley que no puede ignorar la contribución de mano de obra inmigrante.
Al margen de la inauguración de la edición 2023 del Salone del Mobile en Milán, la ministra sostuvo que actualmente Italia cuenta con “más personas para mantener y menos gente que trabaja”. No obstante, señaló que el problema no se puede resolver con los migrantes sino con la reserva inutilizada que es el trabajo de las mujeres.
Ante ello, en la página 125 del Documento Económico Financiero mencionan que la reducción o aumento de flujos migratorios en Italia tendría un impacto de hasta 30 puntos porcentuales. Si por el contrario, la contribución de la migración al número total de residentes en Italia se ralentiza o descendiera, el equilibrio de las finanzas públicas empeoraría debido a que se necesitaría menos mano de obra para apoyar el desarrollo económico.
Según las estadísticas de Eurostat, la población italiana pasará de 59 millones en 2022 a 50.19 millones, neto del saldo negativo entre nacimientos (29.9 millones) y defunciones (57.5 millones) y el saldo positivo entre emigrantes e inmigrantes (18.7 millones).