La medida se duplica y estará más ligada a la reinserción laboral
Con el nuevo decreto del 1 de mayo y la puesta en marcha de una serie de medidas dirigidas al mundo del trabajo, el gobierno sancionó la salida del Reddito di Cittadinanza, la cual será sustituida a partir de enero por diferentes medidas de apoyo para frenar la pobreza.
La nueva medida se desdobla en dos herramientas distintas: comprobación de inclusión de núcleos con componentes frágiles y apoyo a la formación de trabajo, medidas que tratan sobre aportes económicos vinculados a obligaciones laborales y de formación para quienes estén en condiciones de trabajar.
En primera instancia la aportación económica está dirigida a familias en las que haya un menor, una persona mayor de 60 años o una persona con discapacidad. La base será de 500 euros mensuales equivalentes a 6.000 euros anuales que podrían llegar hasta los 7.360 si todos los miembros tienen al menos 67 años o en presencia de personas con discapacidad severa, a los que se suman aproximadamente 280 euros mensuales si viven en alquiler. Esta medida puede ser obtenida por italianos, ciudadanos europeos o sus familiares o para ciudadanos no comunitarios con permesso di soggiorno de la UE para residentes de larga duración residiendo en Italia al menos cinco años. Para ser acreedor de este beneficio la familia debe tener un ISEE no superior a 9.360 euros con una renta no superior a 6.000 euros anuales.
Asimismo, para los integrantes del núcleo que reciben el subsidio de inclusión y se encuentren desempleados, mayores de edad y que no realicen cursos de estudio, están obligados a realizar el proceso de inserción laboral en el centro de Empleo. El beneficio económico se pierde si uno de los miembros del núcleo familiar rechaza una oferta definida como congruente para un contrato de trabajo de al menos un mes.
Además, a partir del 1 de septiembre de 2023 la medida prevé una dotación mensual de 350 euros y está vinculada a la participación en proyectos de formación, cualificación y reciclaje profesional, orientación, apoyo al empleo y políticas activas del empleo. Para que el solicitante se pueda acoger a ella deberá presentar un requerimiento específico afectando a miembros de hogares de entre 18 y 59 años en condiciones de pobreza absoluta, también podrán solicitarlo quienes reciban el cheque de inclusión, pero no se encuentren en la escala de equivalencia.
Las propuestas de trabajo y formación se materializarán en una plataforma especial que también se utilizará para la Beca de Inclusión. En caso de participación en programas de formación y proyectos de utilidad para la comunidad, se abonará una mensualidad de 350 euros durante la duración del proyecto y hasta en un máximo de 12 meses.