El empleado puede actuar o tomar medidas personales para resolver un agravio sin recurrir a procedimientos legales
Dentro del contexto laboral, los conflictos entre el empleado y el empleador pueden conducir a sanciones drásticas: uno de los ejemplos más comunes fuera de los desacuerdos sindicales o judiciales es que el trabajador no reciba puntualmente su salario. Esta situación podría desatar un problema dentro del entorno laboral, teniendo en cuenta las acciones que tome el empleado para enfrentar a la empresa.
En ese sentido, el código civil señala que “en los contratos con servicios recíprocos, cada uno de los contratantes puede negarse a cumplir su obligación si el otro no cumple o no ofrece cumplir la suya al mismo tiempo”. Sin embargo, la excepción se da cuando se han fijado términos diferentes para su cumplimiento, establecidas por las partes o que resulten de la naturaleza del contrato.
Como consecuencia, el empleado puede actuar y tomar medidas personales para resolver una disputa o agravio sin recurrir a procedimientos legales. Sobre todo, si se siente perjudicado o maltratado por parte del empleador y decide reaccionar de forma independiente, a menudo de manera ilegal o contraproducente.
Esta situación podría dar lugar a medidas disciplinarias, más o menos graves según el caso y las circunstancias del incumplimiento por ambas partes. Ante ello, el empleado dispone de una serie de herramientas que puede utilizar, además de la autodefensa. Al respecto, tiene la posibilidad de dimitir por giusta causa, solicitar una indemnización por daños y perjuicios e indemnización por falta de aviso.
Finalmente, también puede denunciar al empleador ante los órganos de control del INPS, del INAIL o del Ispettorato territoriale del lavoro e iniciar un conflicto laboral poniéndose en contacto con un sindicato.