Tres se encuentran bajo arresto domiciliario, entre ellos el dueño de la comunidad y dos trabajadores sociales y sanitarios
Una comunidad de viviendas para adultos mayores, en Castelli Romani ubicada en Marino, denunció una serie de acontecimientos que ocurrían dentro de la casa, en donde los ancianos eran amarrados, golpeados e incluso medicados con tranquilizantes sin ninguna referencia médica.
Dicho centro estaba gestionado por una mujer que acabó bajo arresto domiciliario junto a dos trabajadores sociales y sanitarios. Además, un médico general de Ariccia está envuelto en este problema, beneficiario de una medida interactiva con la que estableció una prohibición temporal del ejercicio de la profesión sanitaria.
Por diversos motivos, los cuatro están acusados de secuestro, malos tratos y falsa ideología. Además, según los investigadores, las personas también de avanzada edad habrían sido privadas de cualquier actividad lúdica o recreativa y en ocasiones se le administraban arbitrariamente benzodiazepinas y tranquilizantes.
Según las investigaciones de la NAS, a petición del propietario, el médico prescribió reiteradamente y sin comprobar la existencia de una condición patológica, medicamentos y dispositivos de retención enviando además certificaciones con datos falsos, diagnósticos y fechas.