Caos ecológico en Perú. La gerenta de Repsol, Tine Van Den Wall Bake, negó responsabilidad de la empresa de la descarga de 6 mil barriles petroleros en el mar peruano.
Catástrofe en los mares de Perú. La gerenta de comunicaciones de Repsol, Tine Van Den Wall Bake, negó rotundamente la responsabilidad de la empresa por el vertido de 6 mil barriles petroleros en el mar peruano, exculpándose de las muertes de miles de especies marinas y del daño de 18.000 metros cuadrados de océano limeño.
“No. Nosotros no ocasionamos el desastre ecológico y no puedo decir quién es el responsable”, dijo la funcionaria petrolera. La gerenta explicó que desde el sábado 15 de enero realizaban labores de carga y descarga en La Refinería La Pampilla, y que, tras la erupción volcánica marítima en Tonga, se comunicaron con la Marina de Guerra del Perú para descartar una alerta de tsunami.
“Nosotros hacemos la consulta a la Unidad de la Marina de Tráfico Marítimo para ver si había alerta y nos confirma que no había para el litoral y que podemos proseguir con la carga”, manifestó Van Den Wall Bake.
La vocera de Repsol aclaró las medidas inmediatas que tomaron tras los oleajes: “Ahí se paraliza la descarga y se aplica el plan de contingencia. Se llaman a los buzos a sacar barriles y se avisa a la OEFA y Osinermin a la medianoche sobre lo ocurrido”.
Tras la terrible magnitud del desastre, la gerenta señaló: “Lo primero que vimos fue la iridiscente en el mar y no se veía un derrame, pero el oleaje anómalo lo que hizo fue verterlo 18 metros bajo el mar y luego transportarlo lejos”.
La directiva de la petrolera indicó que no pudieron contactar con las autoridades, pero sí con la Capitanía de la Marina: “La Capitanía sabia. Hemos hablado con ellos inmediatamente y de hecho intentamos entrar esa misma noche a la playa para limpiarla, pero estaba bloqueada”.
El gobierno peruano exigió que la empresa española Repsol responda por el derrame de los seis mil barriles petroleros. Pescadores y ciudadanos peruanos protestaron este martes frente a la sede de la Refinería La Pampilla, pidiendo acciones para solucionar la contaminación ambiental producida.
La fiscalía peruana abrió una investigación por el presunto delito de contaminación ambiental contra Repsol. Las multas superarían los 34 millones de dólares.