Información que puede servir. Desde septiembre del año pasado, el regreso de los estudiantes a las escuelas ha sido de forma gradual. Primero empezaron en las zonas de Abuzzo, Basilicata, Lazio, Lombardía, Piamonte, Trentino y Umbría; unos días después en Cerdeña y el resto de regiones.
La enseñanza es un derecho en Italia y el retorno presencial a las aulas no deja de lado a los pequeños que no son nacidos en Italia, es decir, extranjeros, pero todo dependerá del manejo de las autoridades frente a la situación de la pandemia y la evaluación de las posibles restricciones sanitarias o el descarte de ellas.
¿CÓMO FUNCIONA LA NORMA Y CÓMO INSCRIBIR A LOS MENORES SIN PERMESSO DI SOGGIORNO?
Los menores italianos y extranjeros están obligados a recibir una educación mínima de diez años, con el objetivo de que puedan obtener un título de grado secundario o superior, así como una preparación profesional de tres años adicionales.
Lo resaltante de la normativa es que no se ve afectada incluso si los padres de los niños no tienen sus documentos bajo regla para permanecer en Italia, ya que, igualmente, el escolar se encuentra ligado a tener una inscripción en alguna institución educativa.
Por otro lado, las inscripciones se encuentran abiertas en las escuelas a partir del mes de enero y febrero. Sin embargo, existe una única excepción para aquellos ciudadanos que recientemente hayan llegado a territorio italiano, pues, el registro de sus hijos lo podrán realizar en cualquier momento de lo que dura el periodo escolar.
Un dato importante a tomar en cuenta es que, si los tutores del menor incumplen con la ley, recibirán una sanción penal. Además, los créditos asignados que obtengan gracias al convenio de integración serán dejados de lado y, posteriormente, eliminados.
TRAS LA INSCRIPCIÓN, ¿CÓMO SABER SI EL MENOR SE ENCUENTRA EN EL GRADO DE ESTUDIO ADECUADO?
Generalmente, los niños son matriculados en las clases que corresponden a su edad, pero existen casos en el que los docentes pueden solicitar que el estudiante reciba un tipo de educación distinta.
Esas excepciones van de la mano con la distribución de menores extranjeros en las aulas, puesto que, no pueden abarcar más de 30%, aunque, a pesar de ello, existen prerrogativas. Estas dependen de la capacidad del menor, es decir, si demuestra que domina el italiano por encima del promedio.
Otra razón que se toma en cuenta, son si hay estudiantes que poseen un déficit con el lenguaje y necesiten una asistencia específica, pues, serán evaluados por razones de ‘continuidad didáctica’. Estos casos suelen darse en aquellos que se integran durante los últimos meses del año.