De acuerdo a las leyes italianas, la pareja o hijos del anciano son herederos legítimos, por lo que deberán recibir una parte mínima.
El trabajo de badante es uno de los más populares para la toda comunidad latina. Italia, siendo un país con un promedio avanzado de edad, requiere mucho de este tipo de trabajadores. En algunas ocasiones, los ancianos no ostentan familiares que puedan ser herederos de sus bienes, por lo que deciden dejar todas sus pertenencias en manos de su fiel badante.
Las leyes italianas sí permiten que un anciano empleador decrete a su badante como heredero de sus bienes, sin embargo, este ordenamiento jurídico es complejo y sustancial.
Si el anciano tiene un gran número de bienes, puede hacer lo que quiera con ellos en vida, pero los problemas surgen cuando muere. En caso el anciano haya decretado a su badante como beneficiario, todo testamento debe regir bajo las leyes nacionales.
El badante podrá recibir la herencia total del ciudadano fallecido, pero solo si no tiene parientes cercanos, es decir, pareja, hijos o alguna otra persona que pueda ser denominada como herederos legítimos.
Asimismo, la ley también permite satisfacer con donaciones hechas en vida a los familiares excluidos de la herencia. Sin embargo, en caso la pareja o hijos quieran impugnar el testamento a favor del badante, deberán aportar certificados médicos que demuestren que el fallecido poseía enfermedades mentales o se encontraba en un estado de confusión al firmar dicho testamento.
Cabe resaltar que el badante no puede cuestionar el matrimonio con el fallecido, ya que el Código Civil italiano ordena que la acción de nulidad solo puede ser propuesta por la pareja y no por otras personas.