A medida que el ejército ruso continua su avance por tierras ucranianas, el gobierno ucraniano prohibió la exportación del trigo para evitar su escasez, mientras que el gobierno ruso suspendió la exportación de este cereal para priorizar su consumo interno, poniendo en alerta las despensas mundiales de trigo.
A causa de esto, el mundo entero afrontará una posible crisis alimentaria, pues al menos 50 países dependen de Rusia y Ucrania para sus suministros de trigo. Países ubicados en el norte de África, Oriente y Asia son los más afectados por este conflicto.
El ministro de agricultura de Ucrania, Roman Leshchenko, se manifestó ante el Parlamento Europeo en Bruselas y habló sobre la situación en su país respecto a este tema:
«Los principales canales para exportar la cosecha y el grano eran nuestros puertos marítimos. En la actualidad están parcial o completamente destruidos. Hace apenas un par de horas, el puerto de grano de Nicolaev ha sido destruido por las bombas rusas. Teníamos una enorme capacidad de almacenamiento allí, todo fue destruido».
Por su parte, el multimillonario ruso de carbón y fertilizantes, Andrei Melnichenko dijo: “Se avecina una crisis alimentaria mundial a menos que se detenga la guerra en Ucrania porque los precios de los fertilizantes están aumentando tan rápido que muchos productores ya no pueden pagar los nutrientes del suelo”.
Ambos países son conocidos como el granero de Europa, pues su producción y exportación de sus cosechas representan el 30% de todo el mundo, pero la guerra alzó los precios del trigo a niveles exorbitantes para las bolsas de futuro.