La primavera acaba de comenzar y puede ser un buen momento para organizarte. Ya sea en tu rutina diaria o programar actividades para un fin de semana que sea memorable.
La primavera en Italia, por lo general, trae consigo agradables temperaturas, los hermosos días y los miles de flores coloridas que embellecen las ciudades del país y los campos. Este periodo de marzo a junio, es quizá para muchos residentes el mejor momento de inspiración o motivación por la armonía que representa.
A partir del 21 de marzo, es cuando la naturaleza se tiñe de múltiples matices que no se aprecian en otras épocas del año y que usualmente iluminan los días. Además, resulta ser un período muy conveniente, ya que muchos establecimientos y lugares italianos de interés reciben visitantes locales o extranjeros.
Sin embargo, pese a lo bonito que representa la primavera en Italia, la manera en la que se vive ha cambiado conforme pasaron los años. Y, es que existe un problema que parece no importarle a los líderes mundiales, pero que es fácil de observar o, mejor dicho, sentir.
Las altas temperaturas que generan esa sensación de calor, son muy notorias. Para poner un ejemplo, el año pasado, en Sicilia, se registró 48,8 ºC. Fue un 12 de agosto en el que se estableció este nuevo récord internacional, dejando atrás los 48Cº establecidos en Grecia.
Podemos poner otro ejemplo real. Tomemos el caso de Turquía, el pasado 20 de julio llegaron a los 49,1ºC, de acuerdo a la Dirección General Nacional de Meteorología turca.
Ambas situaciones han demostrado que superan límites. Eso da a entender que el problema no es reciente, sino, que lleva muchos años vigentes. Pero, si las temperaturas en plena primavera en Italia siguen aumentando, ¿quiere decir que no se ha hecho algo al respecto?
Vamos a exponer un ejemplo más, casi 12 años. En el 2011, 22 países tuvieron un nuevo récord de calor. Recordemos también que, en el 2019, Europa fue azotada por dos olas de calor entre junio y julio. Aquellos países que se superaron así mismos fueron Francia, Alemania, Bélgica, los Países Bajos y Reino Unido.
No obstante, si retrocedemos aún más, hasta el 2000, Portugal, Suiza y Serbia y otros siete estados más, superaron sus cifras. Asimismo, 14 de los 50 territorios europeos aún mantienen su registro de calor contabilizados antes de los años dos mil, quizá eso sea alentador o no.
Calor extremo en Europa
Lo que podemos añadir es que desde 1910, el ‘viejo continente’ ya no mantiene su temperatura por debajo de la media, conforme a dicho por NOAA, la agencia estadounidense responsable del estudio del océano y la atmósfera.
Por otro lado –adentrándonos a las grandes instituciones–, nos encontramos con lo señalado por Selwin Hart, subsecretario general de la ONU. Él sostuvo que: “Las campanas de alarma son ensordecedoras y la evidencia es irrefutable: las emisiones de gases de efecto invernadero de los combustibles fósiles y la deforestación están sofocando nuestro planeta y poniendo a miles de millones de personas en peligro inmediato”.
Entonces, se puede decir cambio climático es ahora una emergencia global de ‘código rojo’, y las declaraciones de los especialistas y autoridades exponen los efectos devastadores que ya están afectando Europa.
Esta última idea puede estar respaldada por las demás declaraciones que realizó Hart, en las que sostuvo que: “Cada fracción de grado cuenta. Las concentraciones de gases de efecto invernadero están alcanzando niveles récord. Los desastres meteorológicos y climáticos extremos son cada vez más frecuentes e intensos”.
Hubo un informe presentado por el Panel Internacional sobre el Cambio Climático (IPCC), recientemente publicado el 09 de agosto del 2021. Lo interesante de la documentación, fueron sus conclusiones donde mencionaban que:
- La frecuencia y la intensidad de los extremos de calor, incluidas las olas de calor marinas, han aumentado en las últimas décadas y se prevé que continúen aumentando independientemente del escenario de emisiones de gases de efecto invernadero.
- La frecuencia de olas de frío y días de heladas disminuirá en todos los escenarios de emisión de gases de efecto invernadero y en todas las estaciones.
- Existe un patrón estacional y regional coherente con el aumento previsto de las precipitaciones invernales en el norte de Europa. Se espera un descenso de estas en verano en el Mediterráneo, extendiéndose a las regiones del norte. Además, se estima que las de carácter extremas junto a las inundaciones por lluvia aumenten a niveles superiores a 1,5 °C en todas las regiones excepto en el Mediterráneo.
- Independientemente del nivel de calentamiento global, el mar aumentará en todas las regiones europeas, excepto en el Mar Báltico, a un ritmo cercano o superior al nivel medio global. Se espera que los cambios continúen más allá de 2100.
- Los eventos extremos del nivel marítimo serán más frecuentes e intensos, lo que provocará un aumento de las inundaciones costeras.
- Se observan fuertes disminuciones en los glaciares, las capas de nieve en las montañas y que el mundo continúe calentándose.
Con aquellos puntos tan resaltantes, nos podemos preguntar lo siguiente en plena primavera en Italia:
¿Cuáles son las consecuencias del calentamiento global?
Los últimos datos de los mejores científicos apuntan a cambios sin precedentes en el clima global. Según el último informe del Panel Intergubernamental sobre Cambio Climático (IPCC), el calentamiento global está provocando cambios más dramáticos e irreversibles. Esto se percibe en los patrones de precipitación, océanos y vientos en todas las regiones del mundo.
Para Europa, el informe predice un aumento en la frecuencia e intensidad de los fenómenos meteorológicos extremos. También en las olas de calor marinas y advierte que un aumento de la temperatura de 2 °C tendrá efectos críticos en el ecosistema.
Las temperaturas más altas y los fenómenos meteorológicos más intensos también supondrán enormes costes para la economía de la UE y obstaculizarán la capacidad de los países para producir alimentos.
Sin embargo, según los científicos, el hombre puede actuar para cambiar el curso de los acontecimientos. Es probable que una reducción inmediata, rápida ya gran escala de las emisiones de gases de efecto invernadero y el logro del objetivo de neutralidad en carbono (cero emisiones netas de CO2) limiten el cambio climático y sus efectos.
La UE ha adoptado una legislación ambiciosa en muchas áreas políticas para implementar sus compromisos internacionales a fin de combatir el cambio climático. Los países de la UE han establecido objetivos hacia los sectores clave de la economía y reducir significativamente sus emisiones de gases de efecto invernadero.
En diciembre de 2020, dieron a conocer las medidas de la Unión Europea en su afán de aumentar sus labores climáticas conforme al Acuerdo de París. Los líderes de la UE aprobaron un objetivo: reducir las emisiones de gases en al menos un 55 % para 2030.
Con todo lo que están por hacer, pero parece no verse, así comienza la primavera este 2022. La primavera en Italia que hoy puede generar dudas en cuanto a las preferencias, pues, los días parecen hacerse más largos, el clima ya no es templado y el sol se abre paso con mayor intensidad generando demasiado calor.