Las conversaciones entre Kiev y Moscú fue una propuesta realizada el fin de semana para discutir «en profundidad» la situación entre los actores principales del conflicto.
Ucrania y Rusia anunciaron el domingo 27 de marzo una nueva ronda de negociaciones para el martes 29 en Estambul, Turquía. Dicho encuentro se daría tras el cambio mostrado por Moscú sobre el «principal objetivo» de su invasión a territorio ucraniano.
Uno de los puntos centrales de las conversaciones con los rusos girará en torno a la cuestión de la «neutralidad» de Ucrania. Además, según el presidente ucraniano, Volodímir Zelensky, la situación actual entre ambos se viene estudiando «en profundidad», explicó en una entrevista.
Durante su exposición, el mandatario agregó que no quería «un papel estilo memorando de Budapest», en referencia a los acuerdos firmados por Rusia en 1994 que garantizan la integridad y seguridad de tres exrepúblicas soviéticas (incluida Ucrania) a cambio de renunciar a la energía nuclear y a las armas heredadas de la URSS.
El acuerdo entre los dos gobernantes deberá ser «obligatoriamente ratificado por los parlamentos de los países garantes», subrayó Zelensky, repitiendo que sería sometido a referéndum.
Asimismo, el jefe de Estado ucraniano también declaró que una victoria para Ucrania sería que las tropas rusas se “retiraran” a los territorios separatistas.
Posición de Rusia
Por su parte, el portavoz del Kremlin, Dimitri Peskov, dijo a la prensa que «por ahora no podemos hablar de avances y no lo vamos a hacer», y precisó que tampoco hubo “avances” en la organización de una posible reunión entre el presidente ruso Vladimir Putin y su homólogo ucraniano Volodímir Zelensky.
Como se recuerda, ya se había llevado a cabo una sesión de negociación el pasado 10 de marzo en Turquía. Sin embargo, la reunión no fue entre los presidentes de Kiev y Moscú, sino, a través de los ministros de Relaciones Exteriores de ambos países.
A pesar de la junta entre los funcionarios, no pudieron concretar algún avance. Desde entonces, las discusiones continuaron por videoconferencias consideradas como “difíciles” por ambos bandos.