Pescadores peruanos siguen sin conseguir trabajo después del vertido de crudo de Repsol el pasado 15 de enero. Se calcula que el incidente afectó aproximadamente a 5000 pescadores y comerciantes, quienes aún exigen a la petroquímica española que responda.
El derrame de unos 12 mil barriles de petróleo provocó que cientos de peces, aves y mamíferos perezcan. En total, son 140 kilómetros de costa y agua los que fueron afectados por la catástrofe ambiental.
Justamente, el espacio afectado, era el lugar de trabajo de estos peruanos. Ahora, la Semana Santa es una fecha triste para ellos. El Jefe de la Asociación de Pescadores Artesanales de la Playa Cavero, Anthony Chumpitáz dijo: “En nuestros planes no estaba pasar triste la Semana Santa. Hemos paralizado nuestras actividades, antes la gente venía a esta playa y se llevaba su pescado fresco”.
La Semana Santa es una fecha muy beneficiosa para el negocio de la pescadería en Perú. A raíz de estas fechas, los precios de las carnes y el pollo suben, mientras que el pescado se mantiene estable. Además, los más fieles comen solo pescado en esta semana por ser el único alimento permitido por la iglesia.
La Indemnización es Escaza
El paro de pesca puso en una complicada situación a los restaurantes y comercios. Los afectados siguen haciendo sus reclamos a Repsol, la empresa que causó el derrame del petróleo. Sin embargo, las respuestas son escasas, se sabe que se les dio a los afectados una indemnización de 125 dólares.
Cuentan los pescadores que, por los problemas políticos y la crisis económica, ese dinero que recibieron no es suficiente para cubrir los gastos del mes.