La desinformación podría tener efectos devastadores para uno de los países implicados. En tanto el pánico crece, los ciudadanos de la zona de Donbás aceleran sus preparativos para salir de la región de conflicto rumbo a tierras rusas.
Una serie de intercambios entre EE.UU. y Rusia, está generando más tensión sobre Ucrania. A través de redes sociales, los funcionarios de estos Estados salen a desmentir y acusarse mutuamente a la vez que, en Kiev, continúan una crisis que se ha intensificado desde el inicio del conflicto.
Desde Washington, el Gobierno norteamericano señaló que el Kremlin tiene un archivo de datos con nombres de personas próximas a asesinar o encarcelar si llega a invadir Ucrania. Mientras tanto, como respuesta a la acusación, desde tierras rusas indican que han abatido a cinco miembros del ejército ucraniano como acto de defensa, ya que habrían ingresado a territorio prohibido.
Por su parte, el ministro de Asuntos Exteriores de Kiev, Dmytro Kuleba, tuvo que salir ayer 21 de febrero a desmentir a los funcionarios de Rusia respecto a los ataques de sus efectivos, añadiendo que «deben dejar de producir historias falsas».
Sin embargo, los conflictos entre la armada ucraniana y los separatistas prorrusos continúan realizándose mediante acusaciones que no tienen fecha límite. Ellos denuncian diversos ataques y a la vez niegan cualquiera de estos actos.
Cabe recordar que días atrás, el presidente ruso Vladimir Putin sostuvo que Ucrania estuvo realizando actos de genocidio contra los pobladores de la zona del Donbás, quienes están migrando hacía Moscú y obteniendo la doble nacionalidad.