Cuarenta y cuatro bomberos y once vehículos participaron en la operación. Solo uno de los seis reactores que proporciona gran parte de energía, está en funcionamiento.
La central nuclear de Zaporizhia, ubicada en Enerhodar, al sureste de Ucrania, fue atacada este viernes 04 de marzo por tropas del ejército ruso. De acuerdo a Kiev, provocaron un incendio, pero la seguridad en la mayor planta europea está “garantizada”.
El jefe de la administración militar de Zaporizhia, Oleksandr Staroukh, señaló que: «La seguridad nuclear ahora está garantizada. Según los funcionarios de la central eléctrica, un edificio de entrenamiento y un laboratorio se vieron afectados por un incendio». Asimismo, el servicio de emergencia ucraniano indicó que sin que el ejército ruso interviniera, «las unidades accedieron al lugar para apagar el incendio» que no cobró ninguna vida.
Mientras tanto, en un video, el presidente ucraniano acusó a Rusia de recurrir al «terror nuclear» tras el bombardeo y solicitó una «acción europea inmediata» a fin de “evitar que Europa no muera por una bomba nuclear o un desastre”.
Por otro lado, Moscú negó la acusación sobre el ataque en la central. Así lo declaró el portavoz del Ministerio de Defensa ruso, Igor Konashenkov, quien sostuvo que: «El objetivo de la provocación del régimen de Kiev en esta instalación nuclear radicó en el intento de acusar a Rusia de crear una fuente contaminación radiactiva».
Ante el incidente, Reino Unido convocó una reunión de emergencia del Consejo de Seguridad de la ONU, denunciando una «amenaza para la seguridad y estabilidad de Europa” y “que los responsables deben rendir cuentas».