En un gesto contundente, la medida tomada por el funcionario alemán se convierte sin duda alguna en la decisión más significativa desde el inicio de su mandato.
A menos de veinticuatro horas después del reconocimiento de la independencia de las repúblicas separatistas (Donetsk y Lugansk) del este de Ucrania por parte del presidente ruso Vladimir Putin, el canciller de Alemania, Olaf Scholz, decidió el martes 22 de febrero suspender la certificación del gasoducto Nord Stream 2 y agregó que pidió al Ministerio de Economía de su país que reconsidere el proyecto.
De acuerdo a las declaraciones emitidas por Scholz, señaló que: «Dados los recientes eventos (vinculados a Rusia), tenemos que reevaluar la situación, y eso incluye Nord Stream 2».
Además, la secretaria de Estado en el Ministerio de Economía alemán, Franziska Brantner, indicó que, respecto al trabajo de la excanciller Angela Merkel, «hemos decidido retirar el informe que el Gobierno anterior había presentado a la Agencia de Redes para que pudiera proceder a la certificación de Nord Stream 2», el cual, afirmaba que el proyecto «no suponía un problema en términos de seguridad del suministro de gas, (sin embargo) cancelamos la luz verde del Gobierno anterior».
Esta decisión paraliza el proceso de aprobación que lidera la Agencia Federal de Redes, el regulador energético alemán. Mientras el proyecto quede suspendido, no se podrá abrir el grifo de los 55 mil millones de metros cúbicos anuales de gas ruso que son necesarios para le Unión Europea.