El caso llegó en 2016 con la solicitud de Chile ante la corte pidiendo que el rio Silala sea declarado como un curso de agua internacional sujeto a las normas específicas, con la finalidad de garantizar sus derechos sobre el uso hídrico en su territorio. Por su parte, el gobierno boliviano ejercía defensa a los derechos del río Silala teniendo como argumento el nacimiento de dicha corriente en su territorio, en el departamento de Potosí a 4 kilómetros de la frontera con Chile. Este último había solicitado el reconocimiento de su carácter internacional. Sin embargo, la Corte señaló que lo buscado por Chile ya había sido obtenido a través del reconocimiento de Bolivia, por ende, no era necesario que la entidad lo señale.
Esta decisión ha sido fijada en el veredicto, aunque la jurisdicción de las Naciones Unidas ha evitado hacer un pronunciamiento con respecto a la disputa, al considerar que el río antes mencionado es un curso de agua internacional. Por tanto, las autoridades bolivarianas y chilenas se encuentran de acuerdo en que ambos países cuentan con derechos y obligaciones sobre el uso equitativo de sus aguas.
Cabe mencionar que ha habido todo tipo de reacciones, sobre todo la del presidente Gabriel Boric, autoridad chilena que celebró el fallo manifestando lo siguiente: “Nosotros sostuvimos desde el comienzo que el rio Silala era un curso de agua internacional, por lo tanto, se regía por el derecho internacional consuetudinario”. Por otro lado, Luis Arce autoridad boliviana hizo uso de las redes sociales en donde mostró su satisfacción destacando la resolución de la controversia con un “pueblo hermano”.