La primera vez que se informó sobre una falla fue en mayo del 2017, sin embargo, el proceso quedó inconcluso al no haber intervenciones en la articulación. La necesidad de reponer el mal estado del centro de catástrofes ferroviarias en Pioltello ocurrió aproximadamente en esa fecha, sin tener en cuenta que ocho meses más tarde en una mañana del 25 de enero tres personas iban a perder la vida y más de un centenar de ellas resultó con heridas. Asimismo, Francesco Raffo jefe técnico del mantenimiento RFI en el tramo Pioltello-Romano di Lombardia acotó que “en agosto del 2017 tomó la iniciativa de enviar a sus superiores una serie de actividades urgentes a realizar en ese tramo”, sin tener una respuesta positiva.
Por otra parte, un empleado más de Rfi volvió a mencionar que se debía cambiar la junta. En cuanto a ello dijo: “En agosto nos fuimos de vacaciones sin preocupaciones porque sabíamos que en septiembre vendrían a arreglar todo”, añadiendo que en ese momento no habían recibido ningún tipo de recomendación especial para proseguir a revisar la junta en los meses de invierno, aunque en octubre del 2017 hicieron la revisión con una empresa sin tener éxito en dicho momento.
No obstante, para la defensa de Rfi el tema es controversial, ya que el único acusado que tuvo la oportunidad de negociar una sentencia de 4 años fue quien en ese momento era gerente de la unidad de mantenimiento de Treviglio di Rfi. Se sabe que este último también es civilmente responsable, entre los que destaca el nombre del ex director gerente Maurizio Gentile. Para finalizar, aproximadamente 60 pasajeros y familiares de las víctimas, tanto como el sindicato Filt CGIL Lombardia son las partes civiles afectadas.