España, en los últimos 25 años, ha cambiado tremendamente. Entre 1998 y 2007 el país europeo creció como pocas veces en su historia. Fueron los años del doble boom: el económico y el migratorio. Cientos de miles de latinoamericanos, entre personas de otras regiones, migraron a España buscando nuevas oportunidades.
En España hoy viven alrededor de un millón y medio de latinoamericanos, según datos oficiales, pero se estima que el peso real es bastante mayor ya que muchos aparecen en los registros como españoles, por haber conseguido la nacionalidad. ¿Cuál es el aporte y la influencia que generan los latinoamericanos en España? ¿Cómo se dinamiza esta país gracias a este boom de la migración?
Refuerzo económico
Cuánto tuvieron que ver los latinoamericanos en el crecimiento económico de la época es difícil de medir en números. Su llegada masiva coincide con el buen estado de salud de la economía y también con la llegada de migrantes de otras regiones del mundo. Aunque sin duda América Latina fue la región en España que encontró una adaptación aparentemente más plácida por el idioma y los vínculos históricos.
La nacionalidad extranjera con mayor aporte a España es, de largo, Marruecos, con 872.000 nacionales. Pero la presencia de nacionalidades como Colombia (291.000), Ecuador (123.000), Venezuela (200.000), Honduras (130.000) y Perú (111.000), junto a otras, contribuyen al mayor peso migratorio de la región latinoamericana.
Muchos de los migrantes latinoamericanos se dedicaron a trabajos menos cualificados como la hostelería o la agricultura. Su fuerza productiva se convirtió en parte del valor del producto bruno interno. Y no solo eso, este boom migratorio en que los latinoamericanos tuvieron un papel protagonista también significó un refuerzo del sistema fiscal, como en los servicios públicos de pensiones, seguridad social, etc.
Incremento de la población activa
Si la población en España no disminuyó entre 2000 y 2010, e incluso hasta la década de 2020, ha sido por la llegada masiva de migrantes, que ayudaron a neutralizar la disminución de la población y la baja fertilidad de los nativos. Esto ha contribuido notablemente al crecimiento potencial de la economía, ya que ante un mayor ratio de fertilidad, las personas económicamente activas representan una mayor cantidad.
Datos oficiales constatan que el incremento de población activa en España se ha nutrido especialmente de la oferta laboral extranjera. Destaca, por otro lado, un mayor envejecimiento poblacional por el aumento de la calidad de vida. Esto se debe, fundamentalmente, a mujeres migrantes atraídas por esta necesidad de mano de obra. Primero, desde Marruecos y Filipinas. Luego, desde República Dominicana y Perú. Ya luego se generaliza y llegan ecuatorianas, colombianas, paraguayas y de otros orígenes.
Un mercado de consumidores más variado
La llegada y el asentamiento de latinoamericanos cambió el paisaje urbano español. En los barrios de la capital es fácil perderse entre cevicherías peruanas, locutorios ecuatorianos, peluquerías dominicanas, tiendas de comestibles y establecimiento de envío de remesas. Todo esto es muestra de cómo la migración amplió el mercado de consumo, incluyendo la vivienda, el mercado bancario y las remesas.
Es así que los consumidores migrantes tienen necesidades particulares y eso la gente de márketing en España lo sabe muy bien. Las instituciones financieras tienen en los latinoamericanos un objetivo preferido para abrir cuentas corrientes, enviar remesas y financiar hipotecas.