El despido por insultos y amenazas al datore di lavoro no se pueden dar de forma inmediata
Desde el momento de la contratación, el empleado debe cumplir con una serie de obligaciones establecidas tanto en el contrato como en otros documentos. En caso exista una violación de ello, podría aplicarse una sanción disciplinaria ocasionando incluso el despido de un trabajador.
Sin embargo, el despido es legítimo en caso de infracción disciplinaria grave cometida por el empleado, el cual se puede distinguir en dos hipótesis:
- Despido por giustificato motivo soggettivo, en cuya base se produce un incumplimiento significativo por parte del trabajador de las obligaciones contractuales derivadas de la relación laboral.
- Despido por giusta causa, cuando se produce un hecho tan grave que no permite la continuación de la relación laboral ni siquiera de forma temporal.
Por otro lado, es importante tener en cuenta que las amenazas e insultos al datore di lavoro si implican un procedimiento de despido por giusta causa, aunque el retiro laboral no se da de inmediato. En otras palabras, incluso en los casos más graves no es posible despedir al trabajador sin darle la oportunidad de defensa sobre la acusación que se le imputa.
Según el Tribunal de Casación, la sanción disciplinaria impuesta al empleado debe ser proporcional al hecho que se le imputa. En caso contrario, podrá acogerse el recurso propuesto por el trabajador con el consiguiente derecho a la reincorporación al puesto de trabajo o pago de una indemnización compensatoria.