El empleador podría tener una sanción de hasta 43.200 euros por no formalizar a su trabajador doméstico
El rubro de los trabajadores domésticos es uno que cuenta con una gran tasa de informalidad en Italia, por lo que es necesario indicar los riesgos que tendrían estos empleados si no quieren formalizarse; esta nota los contará a continuación.
Ya sea por no contar con los papeles necesarios para regularizar su trabajo en el INPS (Istituto Nazionale della Previdenza Sociale) o por no querer perder algún beneficio que el estado le otorga a aquellos que no trabajan, son varias las razones por las que alguien que trabaja en el sector doméstico no querría formalizarse.
Si bien este oficio cuenta con una gran tasa de informalidad, esto no significa que no habría consecuencias por no regularizarse; se debe recordar que la formalización de un trabajo es una obligación por ley, lo que significa que de no hacerlo, se estaría cometiendo una infracción administrativa sancionable.
Los riesgos para los trabajadores domésticos aparecen sobre todo cuando el empleado trabaja de manera informal y recibe subsidios o aportes estatales, tales como el reddito di cittadinanza, el cual solo puede ser recibido por aquellos que no trabajan y están a punto de ser económicamente pobres.
El recibir este beneficio y trabajar en calidad de informal, se considera como una estafa para el estado italiano; en estos casos, el trabajador doméstico se verá obligado a devolver todo lo recaudado hasta ese momento al INPS. Dependiendo de la gravedad de la situación, el empleado incluso podría terminar hasta un año de cárcel.
Por otra parte, aquellos que contratan a este trabajador informal no quedan exentos, pues también las leyes italianas impondrían una sanción para ellos, dependiendo del tiempo que se tuvo “contratado” al empleado doméstico:
Si el trabajador realizó actividades en calidad de informal por no más de 30 días, habrá una sanción de hasta 10.800 euros; en caso trabajó menos de 60 días, la sanción podría ser de hasta 21.600 euros y si estuvo más de 60 días cumpliendo sus “deberes”, la multa sería hasta de 43.200 euros.
Por ello, para evitar todos estos inconvenientes, lo más recomendable sería realizar un contratto colletivo y notificar al INPS sobre la situación laboral en la que se encontrará el trabajador doméstico.