En 2080 habrá más de 8 millones de habitantes menos
La disminución de los nacimientos y el aumento de la esperanza de vida han colocado a Italia entre los países europeos con mayor población envejecida. Si, por un lado, la comunidad de inmigrantes se concentra principalmente en el norte rejuveneciendo su población, el sur sigue perdiendo gran parte de la comunidad, especialmente jóvenes cualificados.
De 2002 a 2021, más de 2.5 millones de personas han abandonado el sur, principalmente hacia el Centro-norte (81%) ocasionando la pérdida de 1.1 millones de residentes, lo cual afectó ante todo a los jóvenes. En ese sentido, también durante la misma fecha se llevó a cabo la salida de 808.000 menores de 35 años, de los cuales 263.000 eran titulados.
De fondo, el mercado laboral se ha mostrado extremadamente vulnerable. Sobre ello, según datos estadísticos casi cuatro de cada diez trabajadores tienen un trabajo temporal, uno de los factores que influyen cuando deciden abandonar su centro de labores.
Al respecto, la recuperación del empleo fue más acentuada en las regiones del sur: +188 mil (+3.1%) en comparación con el centro-norte (+1.3%). Además, entre 2020 y 2022 la proporción de contratos involuntarios en el total de contratos a tiempo parcial disminuyó en todo el país, sin embargo, la brecha entre el sur y el centro-norte sigue manteniendo su distancia.
Por otro lado, la aceleración de la inflación en 2022 ha desatado un problema que ha afectado mayormente a los sectores más débiles, se trata de las familias de bajos ingresos, concentradas principalmente en regiones del sur.
Esta situación pone delante del gobierno una realidad que involucra a todas las personas que residen en este país, teniendo en cuenta que el proceso progresivo de envejecimiento no se detendrá en las próximas décadas y amenazando la pérdida de población importante para seguir manteniendo en pie la economía italiana.