Las autoridades atribuyen la ola de violencia a disputas entre crímenes organizados
Luego del asesinato del alcalde de Manta Agustín Intriago el pasado domingo, el presidente Guillermo Lasso ha tomado la decisión de declarar en estado de emergencia a las provincias de Manabí y Los Ríos, así como la ciudad de Duran, afectadas por la ola de violencia. A ello también se le añade la tensión en las prisiones, donde los actos violentos no han cesado durante mucho tiempo.
Enfrentamientos entre grupos de crimen organizado se han registrado desde el sábado en la cárcel Penitenciaria del Litoral en Guayaquil, donde al menos seis reos murieron y otros 11 fueron heridos. Además, en otros penales los presos retuvieron a un aproximado de 100 agentes de seguridad penitenciaria y otros se declararon en huelga de hambre en algunas cárceles sin revelar los motivos de la medida.
Según el decreto firmado por Lasso este lunes, en la penitenciaria del Litoral utilizaron armas de fuego e incendiaron las instalaciones de la cárcel utilizando tanques de gas. El Sistema Penitenciario ha enfrentado problemas estructurales durante décadas, lo cual generó preocupación en las Naciones Unidas y la Comisión Interamericana de Derechos Humanos.
“La intervención militar continuará en las prisiones de Ecuador hasta que se haya retomado el control y no haya amenaza para los presos o funcionarios”, mencionó el gobierno.