Esta herramienta pretende simplificar la gestión administrativa de empresas y particulares
La factura electrónica indica un proceso mediante el cual se gestiona la emisión, transmisión y conservación digital del documento de factura. Habiendo pasado a ser obligatoria para todas las empresas y titulares de números de IVA desde 2019, actualmente se ha convertido en parte de la gestión administrativa. A continuación, cómo funciona exactamente y cuáles son las reglas de gestión y beneficios del proceso.
Esta factura se realiza a través de un sistema de cambio (Sdl) creado por la Agencia Tributaria, por el cual pasan todas las facturas electrónicas emitidas tanto entrantes como salientes. Gracias a un software de llenado automático, la factura se llena y firma digitalmente. Para garantizar el cumplimiento del procedimiento, las empresas deben adoptar un sistema de facturación electrónica que pueda generar, enviar, recibir y almacenar documentos electrónicos de conformidad con la legislación italiana.
Entre los principales méritos se encuentran la simplificación y el aumento de transparencia general, la cual ayuda al Estado a combatir la evasión. Además, la disponibilidad inmediata del documento permite contrarrestar rápidamente cualquier comportamiento elusivo de los operadores.
El proceso de compilación es el siguiente: En primer lugar, el remitente debe colocar todos los datos requeridos. Una vez introducidos, se coloca una firma digital y sello de tiempo para garantizar el documento. A continuación, la factura se envía as destinatario a través del Sistema de Cambio y una vez realizada la entrega, la factura se registra y almacena de acuerdo con todas las reglas y criterios establecidos en la ley.
Están exentos de emitir la factura electrónica quienes no superen los 25.000 euros de ingresos, quienes apliquen el régimen mínimo o régimen de ventaja, quienes realicen transferencias de bienes y servicios a no residentes, ciudadanos comunitarios y extracomunitarios.