En su informe indicaron que no existen elementos que indiquen que su proceso se deba a persecución política.
Las horas de Rafael Ramírez en Italia parecen estar contadas, pues el pedido de extradición que le puso Venezuela en noviembre de 2020 está cerca a proceder, ya que, según el reciente informe de la Fiscalía de Roma, no existen elementos para creer que el proceso pendiente penal se deba a una persecución política, además indicaron que no hay motivos para creer sus derechos fundamentales corran peligro en caso el juicio se realice en su país. Estos argumentos se presentaron a pesar de que el gobierno de Nicolás Madura ha demostrado en varias ocasiones su autoritarismo.
Recordemos que Ramírez fue ministro de Energía de Venezuela entre 2002 y 2014 durante el régimen de Hugo Chávez y luego presidente de la compañía estatal Petróleos de Venezuela (Pdvsa) y ministro de Asuntos Exteriores. Su conflicto con Maduro comenzó en 2017 cuando renunció a su cargo de embajador ante las Naciones Unidas y se convirtió en uno de los más críticos a su régimen, acusándolo de traicionar el legado de Hugo Chávez y condenando su política económica, social y de violación de los derechos humanos.
Poco después de su renuncia, la Fiscalía de Venezuela lo acusó de delitos de peculado doloso (hurto de caudales públicos) y asociación para delinquir, por lo que permaneció refugiado en Italia.
Ante la reciente postura de la Fiscalía de Roma a favor de extraditarlo, su abogado Roberto de Vita criticó la decisión apelando que no se tuvo en cuenta las resoluciones de las ONU, de la Unión Europea y del Tribunal Penal Internacional, e indicó que corresponde al Gobierno italiano otorgar la extradición.