El ciudadano deberá poseer al menos una tarjeta de tipo débito o crédito.
A partir del próximo 30 de junio, quien no acepte un pago digital de cualquier importe estará sujeto a una multa administrativa de 30 euros. Así lo dio a conocer el Gobierno italiano tras un decreto aprobado el pasado 13 de abril.
Además, el sancionado deberá abonar un porcentaje equivalente al 4% del valor del pago rechazado. Es decir, si un ciudadano rechaza 100 euros, se arriesgará a recibir una sanción de 30 euros, más 4 euros equivalente al porcentaje mencionado; igualmente, deberá cancelar 30,20 euros si se rechazase cinco euros.
La medida busca luchar contra la evasión fiscal y es aplicable a cualquier persona que ofrezca productos y servicios al público, así como a los profesionales y trabajadores médicos, abogados, taxistas, entre otros.
No obstante, esta normativa que suplantará paulatinamente el uso del efectivo, viene generando duda entre los especialistas, pues, señalan que no será fácil sancionar a quienes no respeten la ley. Igualmente, dudan que el decreto establecido se acate rápidamente.
Cabe recordar que la medida propuesta en el 2014, fue presentada en diversas ocasiones por el Gobierno, pero era rechazada por el parlamento italiano.