Este martes 11 de octubre tendrá lugar en Milán la huelga de los trabajadores de ATM , la empresa que gestiona el transporte público. Desde las 8.45 hasta las 15.00 horas los trenes de las cuatro líneas de metro, autobuses y tranvías corren el riesgo de detenerse.
Todos los principales sindicatos —Filt Cgil, Fit Cisl, Uiltrasporti, Faisa Cosal, Ugl y Orsa— exigieron la medida urgente tras otro ataque a dos empleados de la empresa, ocurrido el fin de semana en Cascina Gobba, donde dos agentes fueron pateados, golpeados y mordidos por un joven de 22 años que molestaba a los pasajeros en la estación.
El riesgo de caos en la ciudad es muy real. El pasado 16 de septiembre los mismos sindicatos ya habían protestado, por el mismo motivo, y los subterráneos se cerraron de 8.45 a 15, para luego reanudar el servicio normal por la tarde. La petición de los trabajadores es clara y sencilla: poder trabajar con seguridad.
“Vas a trabajar con el miedo de que estás solo para enfrentar las mil consecuencias imprevistas e inevitables, sin ninguna protección, excepto usar el sentido común para proteger su propia seguridad para regresar a casa a salvo. Estamos pidiendo una acción concreta que involucre a Parlamento, las instituciones y al grupo ATM para proteger la seguridad de los trabajadores y trabajadoras. Los usuarios también comienzan a considerar el transporte público como un transporte que ya no es seguro”, reza el comunicado que sacaron en conjunto los distintos gremios.