No podemos negar que la navidad en Italia es un evento ineludible e inolvidable a nivel familiar, social y cultural. Bajo el lema italiano «Natale con i tuoi, Pascua con chi vuoi», los italianos consagran esta celebración con un gran significado religioso y familiar.
Se podría decir que la Navidad, tal y como la conocemos, nació y se consagró en suelo italiano. En ese sentido, fue establecida por el emperador Constantino el Grande en el siglo IV. Asimismo, el Vaticano, en el mismo corazón de Roma, se corona como uno de los epicentros del cristianismo. Por ello, la celebración del nacimiento de Jesucristo se convierte en toda una tradición católica y cultural en Italia.
La diversidad de culturas en este país ha permitido que las tradiciones festivas se distingan de una región a otra. Pasando por una variedad de comidas, hasta la diversidad de elaborados belenes y leyendas populares. La Navidad es la ocasión perfecta para conectar a los ciudadanos que residen en el país transalpino.
Tradición navideña italiana
Si bien la Fiesta de la Inmaculada Concepción, realizada el 8 de diciembre, marca oficialmente el inicio del periodo navideño en Italia. Esto a su vez, genera que la mayoría de ciudades se adornen de luces y las familias se reúnan a decorar sus hogares con sus mejores piezas navideñas.
Siguiendo con la tradición, la novena comienza el 16 de diciembre y marca inicio de un crescendo hacia la Navidad. Esta tradición que dura nueve días simboliza el viaje que realizaron los pastores al pesebre. Este es el momento perfecto para que las familias lleven a sus hijos a misas y van de puerta en puerta vistiendo a los más pequeños como pastores y así interpretar clásicos villancicos.
Las calles del centro y el sur del país se llenan de gaiteros (zampognari) que tocan la canción festiva más famosa de Italia: «Tu scendi dalle stelle» («Tú bajas de las estrellas«).
Llegada la Nochebuena el 24 de diciembre, comienzan las celebraciones y las familias aprovechan la ocasión para reunirse y asistir a la Misa del Gallo. En algunos hogares, sobre todo en el sur de Italia, celebran un gran festín antes de asistir a la iglesia.
El 25 de diciembre, día de Natale, es una embriagadora mezcla de comida, vino, regalos y ceremonias religiosas. Al día siguiente, se da el día de San Esteban (Santo Stefano) en los que se aprovecha para terminar las sobras del día anterior y se da una jornada con la familia, seguido de paseos a media tarde o una partida de bingo.
Diversidad de comidas
La diversidad de platos servidos en Navidad a lo largo del territorio Italiano es una pequeña muestra de la profunda heterogeneidad etnolingüística y cultural. Por ello, los menús son muy diferentes y variados dependiendo de la región. Las comidas al norte de Italia suelen contener mucha carne y mantequilla: el pollo capón asado, el estofado, la pasta rellena y la polenta son algunos ejemplos.
Al sur del país, el marisco es el protagonista: la anguila, el bacalao y el pulpo son las opciones predilectas de las familias. Mientras que en Cerdeña, se degusta una especie de pasta en forma de cuscús con mejillones.
¿Están amenazadas las tradiciones navideñas de Italia?
Si bien existe un fuerte carácter religioso en estas fiestas, el creciente laicismo y la globalización ha provocado que se dejen algunas prácticas tradicionales del país. Un ejemplo claro de ello es el de los árboles de Navidad. Si bien estos aparecieron en Italia en el siglo XIX, se convirtieron en un elemento doméstico en los años 50 y 60, como resultado de la influencia estadounidense de la posguerra.
De igual manera, ocurre con Papá Noel. Actualmente, los más pequeños del hogar esperan a Babbo Natale como el portador de regalos; sin embargo, antes solía ser el niño Jesús quien se encargaba de ello.