Las sanciones van desde multas de 400 euros hasta 5 años de cárcel
Algunos latinos que trabajan en Italia tienen la mala práctica de engañar a sus empleadores certificando que fueron al trabajo cuando en realidad no lo hicieron, esto pasa especialmente cuando tienen que marcar tarjeta o si se ganan la confianza de su jefe permitiéndose mentirle o incluso yendo a trabajar y escapándose.
No obstante, deben saber que las leyes italianas tienen duros castigos para estas faltas. Según el artículo 55 de la Ley de Empleo Público, las sanciones van desde la pena de prisión de entre uno a cinco años, hasta una multa de 400 a 1.600 euros.
Además, el empleador tiene derecho a aplicar sus propias sanciones que pueden ser:
- Despido disciplinario y suspensión inmediata del servicio y salario si la infracción se constata en estado flagrante.
- Indemnización igual a la remuneración percibida en los períodos en que no realizó los servicios debidos.
- Denuncia por delito de estafa agravada , si su conducta ilícita ha causado más perjuicios a la empresa que la retribución impagada, como por ejemplo en detrimento de la imagen o la calidad de los servicios ofrecidos.