Este periodo de tiempo implica un periodo de prueba en el que ambas partes evalúan si se cumplen sus expectativas
Cuando alguien ingresa a un trabajo donde al cabo de poco tiempo se siente disconforme y no llena sus expectativas, o cuando un empleador contrata una persona que no cumple con las aptitudes o requerimientos para trabajar en su empresa, se convierte en toda una dificultad, pues los contratos son difíciles de romper.
Ante esas situaciones, en Italia existe el Artículo 15 de la Ley de Trabajo, la cual establece un tiempo de 30 días denominado ‘periodo de prueba’, en el cual el trabajo puede interrumpirse en cualquier momento, ya sea por voluntad del empresario o del trabajador. Esto se puede realizar sin comunicación previa, pero con el pago del salario además del eventual otro dinero que le corresponda al trabajador.