Leyes italianas protegen a trabajadores que caigan enfermos, siempre y cuando no pasen un límite de tiempo determinado
Para evitar el abandono de empresas y/o empleadores hacia sus trabajadores que sufran alguna enfermedad, la Ley italiana establece que todo trabajador que sufra algún mal de salud tiene derecho a conservar el empleo, ausentarse todos los días que el diagnóstico médico recomiende y recibir el pago económico correspondiente. Para acogerse a estos derechos el empleado debe entregar a su superior el certificado médico que sustente su condición de enfermo.
Para evitar que los trabajadores se aprovechen de su condición, la Ley también establece que estos deben quedarse en casa, mantener un comportamiento acorde con el estado declarado y no realizar actividades que puedan ralentizar la recuperación.
No obstante, existe un periodo máximo por el cual el trabajador puede ausentarse, el cual se denomina ‘período de conducta’, y se rige por el Convenio Colectivo Nacional de Trabajo. Su duración es de 3 meses si el período de servicio es menor de 10 años, y en 6 meses si el período de servicio es de más de 10 años.
Otros motivos por el cual el trabajador puede ser despedido con por justa causa, por cese total de la actividad empresarial, es decir que la empresa cierre, o por imposibilidad objetiva de ejecución, que significa que no pueda desarrollar la labor para la cual fue contratado.