Con lo que respecta a cittadinanza, las leyes italianas están basadas en el principio del ius sanguinis, es decir, los padres deben tener la nacionalidad italiana transmitida automáticamente al recién nacido, de igual manera para los menores extranjeros que son adoptados por ambos padres italianos. Para que la nacionalidad sea transmitida a los hijos de manera automática basta con que uno de los padres tenga la nacionalidad italiana. La cittadinanza también puedes darse si los padres son apátridas o si en sus países no permiten la transmisión de la nacionalidad de padres a hijos.
Sin embargo, durante años se ha hablado de la reforma para cambiar la ley sobre cittadinanza en base al principio del ius soli. Según este principio, la nacionalidad se obtendría porque se nace en el país, por lo que los menores obtendrían la nacionalidad italiana independientemente de la nacionalidad de sus padres.
Como bien se sabe las leyes no han sido cambiadas, pero nunca es de menos mencionar algunas diferencias que quizá en otros lugares se de y en otros no.