Las fuerzas rusas intensifican sus ataques sobre ciudades importantes de Ucrania, a las que mantienen bajo presión en el octavo día de invasión.
Funcionarios de Ucrania confirmaron la noche del miércoles 2 de marzo la captura por parte del ejército de Rusia de Jersón, una ciudad de 290.000 habitantes al sur del país ucraniano.
«Los ocupantes están en todas las partes de la ciudad y son muy peligrosos», dijo el responsable de la administración regional, Guennady Lakhuta.
Moscú ya había anunciado la toma de esta ciudad que se ubica a orillas del mar Negro, en la mayor victoria de sus tropas desde el inicio de la invasión hace ocho días.
El alcalde de Jersón, Igor Kolykhayev, indicó que había hablado con los «invitados armados» en un edificio de la administración municipal: «No teníamos armas y no fuimos agresivos. Demostramos que trabajamos para asegurar la ciudad y tratamos de parar las consecuencias de la invasión».
«Encontramos enormes dificultades con la recogida y la inhumación de muertos, la entrega de comida y medicamentos, la recogida de residuos, la gestión de accidentes, etc», indicó el burgomaestre.
Asimismo, el alcalde de Jersón anunció un toque de queda nocturno y restricciones a la circulación en automóvil, además, aseguró no haber «hecho ninguna promesa» a los rusos y «haber simplemente pedido que no disparen contra la gente».
«Hasta aquí todo va bien. La bandera que ondea encima nuestro es ucraniana. Y para que esto siga así, estas exigencias deben ser respetadas», añadió.
Cabe recordar que el ejército ruso había anunciado en la madrugada del miércoles 2 de marzo haberse apoderado de Jersón, ubicada a un centenar de kilómetros de la península de Crimea que Moscú anexionó en 2014. Por otro lado, las tropas invasoras rusas ya se hicieron con otro puerto importante de país, Berdiansk, y están atacando el de Mariúpol, cuyo alcalde Vadim Boichenko aseguró que las fuerzas ucranianas «repelieron dignamente» los ataques.