Jóvenes italianos y extranjeros son los más afectados por los estragos que dejó la pandemia. Las oportunidades laborales fueron escasas y algunos no estaban dispuestos a llevar clases online el año pasado.
La directora central de la Istituto Nazionale di Statistica (Istat) comenta que “la situación de los jóvenes es más grave de lo que parece por lo que provocó en ellos la prolongación de la pandemia”. Los datos de la entidad, demuestran los estragos que dejó en varios sectores de la juventud latina e italiana.
A partir del segundo trimestre del año 2020, la tasa de empleo de jóvenes bajó de forma increíble. A pesar de la recuperación que tuvo Italia respecto a la pandemia, esto no fue suficiente para devolver los números que tenían hasta finales del 2019.
Bajo este panorama, los jóvenes graduados en el momento que podían transitar nuevamente por las calles con cierta regularidad, partieron del país a buscar nuevas oportunidades. La Istat calcula que alrededor de 22 mil jóvenes de 25 a 39 años con titulación universitaria se fueron de Italia para buscar nuevas oportunidades en otros lares.
No solo eso, otros de los afectados fueron los menores de edad. La pandemia aumentó la pobreza, especialmente la de los niños. La Istat calcula que en el año 2021 hay más de 1 millón de menores pobres.
A esto hay que sumarle la negativa que tuvo la juventud ante los cambios, al punto de provocar un deterioro en su salud mental. Se calcula que la salud de los adolescentes entre 14-19 aumentó del 13.8% del 2019 al 20.9% en 2021.
Sin embargo, a pesar de todo, Linda Sabbadini, directora central de la Istat cree que hubo algo positivo de entre todo lo malo. “La participación cívica y política creció, al igual que el uso de Internet por parte de los más jóvenes y mayores, eso de por sí, es un crecimiento en la educación”– señaló.