El perjudicado puede denunciar ante el tribunal algún tipo de maltrato por parte del datore di lavoro
En el mundo laboral existen dos términos para definir el acoso en contra de un trabajador, se trata del mobbing y el straining, los cuales pueden generar un ambiente hostil y estresante para el empleado generando consecuencias que afectan su bienestar. A continuación, cómo ejercer una defensa a este tipo de acoso en Italia.
El straining es producido cuando un jefe trata a su subordinado de forma inadecuada y con insultos provocando estrés y trastornos psicológicos al empleado. En ese sentido, supone una menor intensidad que el mobbing, aunque continúa siendo imputable a la violación del artículo 2087 del código civil, que obliga al datore di lavoro a garantizar la salud psicofísica de sus empleados.
Al respecto, si un trabajador denuncia sufrir este tipo de actos dentro de su trabajo tiene la posibilidad de recibir una indemnización, la cual se calcula sobre la base de daño moral. A ello, se les suma el pago a costas judiciales y las relativas al asesoramiento técnico solicitado durante el juicio.
Es importante destacar que el straining se diferencia del mobbing por su naturaleza episódica, la cual puede desencadenarse por una sola acción, pero con efectos duraderos. A diferencia del mobbing, el straining no es considerado un delito sino una conducta nociva.
Cabe destacar que la víctima de straining tiene un plazo de prescripción de 10 años desde el fin de su relación laboral para solicitar una indemnización. Para cumplir con ello no es necesario demostrar intención persecutoria por parte del datore di lavoro, lo que importa es el daño real sufrido por el empleado debido al ambiente de trabajo.