A mediados del 2022 las vacantes en la UE comenzaron a disminuir, sin embargo, siguen siendo superiores a los niveles anteriores de la pandemia
Cuando se observan las tasas de empleo europeas en el mapa, es fácil ver la división entre estados del norte y del sur. Al respecto, Eurostat descubrió que, tras dividir los países en 242 regiones básicas, dos quintas partes de la zona tenía unas tasas de empleo igual o superior al 78%.
En ese sentido, la región neerlandesa de Utrecht y la capital sueca de Estocolmo se sitúan dentro de esas zonas, ambas con una tasa del 85.4%. Sin embargo, en el otro extremo de la escala se encuentran situadas tres regiones del sur de Italia, se trata de Sicilia (46.2%), Calabria (47%) y Campania (47.3%).
Junto al aumento de empleo, las últimas cifras de agosto de 2023 señalan que el paro también ha disminuido dentro de la Unión Europea. Y aunque ambas cifras estén conectadas, también se podrían ver afectadas por el numero de personas que no entran dentro de ninguna categoría, tales como los estudiantes o cuidadores.
En consecuencia, esta situación sugiere que existen desajustes entre las cualificaciones de los trabajadores y las necesidades de los empresarios, lo cual conlleva un riesgo de disminución de la productividad y la competitividad.
Finalmente, la UE se ha comprometido a anticipar los cambios en el mercado laboral, así como facilitar la movilidad profesional y mejorar la adaptabilidad de los trabajadores.