Las salidas de empresas en esta zona de Europa se han convertido en un ejercicio casi rutinario desde el inicio del conflicto.
McDonald’s, acusada de no haber cortado los lazos con Moscú desde la invasión de Ucrania, finalmente cedió a la presión pública y anunció ayer 08 de marzo el cierre temporal de sus 850 restaurantes en Rusia y la suspensión todas las operaciones en el país.
Mientras tanto, la gigante Coca-Cola también dio a conocer que haría una pausa a sus operaciones en territorio ruso. De acuerdo a un comunicado, la compañía indicó que: «Continuaremos monitoreando y evaluando la situación a medida que evolucionen las circunstancias». Sin embargo, no dio detalles de más acciones que podrían ejecutar en la zona este de Europa.
Por otro lado, Starbucks también cerrará 130 cafés que llevan su nombre en Moscú y dejará de enviar sus productos a esa parte del mundo, convirtiéndose en el último grupo estadounidense importante en cortar lazos con Rusia.
Según un estudio realizado por un equipo estadounidense de la Universidad de Yale, ya son en total más de 280 grandes empresas (con una presencia significativa en territorio ruso) que han anunciado su retiro.