Un grupo de nicaragüenses toman clases de natación para cruzar el río Bravo desde el norte de México para llegar a Estados Unidos.
Los nicaragüenses que tomaron estas clases de natación esperan que, con lo aprendido, tengan más oportunidades de no perecer en el intento de no cruzar el río Bravo. Después de completar sus clases, cruzarán la frontera con México a pie hasta llegar al norte en el río Bravo.
El río Bravo es un caudal que está ubicado en la frontera del norte de México con Estados Unidos. Sin embargo, este río es conocido por la cantidad de migrantes que se ahogan en este por tratar de cruzar la frontera cada año. Los nicaragüenses, a sabiendas de esto, tomaron las clases de natación.
Además, también es conocido que por la zona donde los migrantes cruzan la frontera, trabajan los coyotes. Nombre que se los individuos que repatrian a los migrantes que se ahogaron en el río por una alta suma de dinero.
Un ejemplo reciente es el de Gabriela Espinoza, una nicaragüense de 32 años, quien dejó a su familia en Nicaragua para tratar de cruzar el río sin éxito. La mujer terminó ahogada y un pescador rescató su cuerpo.
A María Pérez, madre de Gabriela, le exigen que pague más de 5 000 dólares para repatriar a su difunta hija. En palabras de María, esto pasó “porque Gabriela fue a buscar un condenado sueño americano”.
Los nicaragüenses que desean cruzar el río Bravo, quieren sí o sí obtener una mejor vida en Estados Unidos. Y según lo contado por la nicaragüense Martha Martínez, las clases de natación están cumpliendo con su objetivo de “perder el miedo”.
También está la nicaragüense Bertha Calderón, quien a pesar de “ver a sus familiares y amigos perecer en el río Bravo, está dispuesta a intentarlo”. También, mencionó que “perseguirá el sueño americano para darle un mejor futuro a su familia”.