Talibanes firmaron un acuerdo asegurando que permitirán el libre transito tanto de afganos como extranjeros, pero nada garantiza que lo vayan a cumplir
Comenzó una nueva era de represión en Afganistán, pues ayer partió el último avión de evacuación de Estados Unidos, poniendo fin a la ocupación americana tras 20 años de guerra y dejando el país bajo el control de los talibanes. Pocas horas después de la partida de la última nave, el vocero de los talibanes Zabiullah Mujahid dio una conferencia de prensa celebrando la victoria:
“Es por sus sacrificios que hoy hemos logrado la independencia. Quiero felicitaros a todos y a nuestra nación por esta independencia. Esperamos que Afganistán nunca vuelva a ser ocupado y siga siendo independiente, próspero y el hogar de los afganos bajo un sistema islámico. Los invasores deben saber que Afganistán no es lugar para ellos, cometieron un error al venir aquí, estamos felices de que ya no estén”, declaró.
Tras estos sucesos, los soldados talibanes salieron a las calles a festejar y realizaron disparos al aire en señal de celebración. Una de las primeras acciones de los talibanes fue suspender los vuelos aéreos, aunque justificaron su decisión por problemas técnicos y señalaron que será solo temporal y pedirán ayuda a países aliados para resolverlos.
En total son 38 millones de afganos los que quedaron bajo el control de los talibanes, y ahora están expuestos a posibles venganzas y las mujeres y niñas ya se resignaron a perder absolutamente todos sus derechos. Es por ello que el general estadounidense Frank McKenzie lamentó no haber podido evacuar mas personas: “Hay mucha angustia asociada con esta partida. No sacamos a todos los que queríamos sacar”, señaló.
Por su parte, la ONU comunicó que espera que los talibanes cumplan con el tratado del último 27 de agosto en el que se comprometieron con permitir el transito libre para salir y entrar del país a cualquier ciudadano extranjero o afgano.