La fuerte radiación solar y falta de ventilación son condiciones que representan un riesgo para la salud de la población.
El aumento de la temperatura ha provocado cada vez más fenómenos ambientales y climáticos extremos como sequías y olas de calor. Es decir, períodos intensos de dos o tres días calurosos y secos, considerando a la zona mediterránea particularmente en riesgo.
En Italia, en los últimos 50 años, las olas de calor han representado durante el verano un peligro natural generalizado y persistente, con un aumento constante de las temperaturas.
Junto con el envejecimiento de la población italiana y los mismos ciudadanos mayores de edad, las olas de calor representan una amenaza particular para la salud de las personas débiles y frágiles, como los enfermos crónicos y los ancianos.
Datos procesados por los sistemas italianos de emergencias sanitarias indican que hubo un aumento de llegadas a urgencias y llamadas a los números médicos. Ellas fueron particularmente por causas directamente relacionadas con la exposición al calor.
Debido a todo ello, Conquista Latino decidió realizar un artículo de prevención. Esta vez te brindaremos ciertos datos y consejos que te ayudarán a afrontar las altas temperaturas. Recuerda también tener un número de emergencia a la mano porque los índices de temperaturas continúan aumentando.
¿Qué podemos evitar los daños en la salud a causa de las olas de calor?
Para saber qué hacer y cómo comportarse según los diferentes niveles de riesgo para la salud provocados por las olas de calor, se recomienda consultar la web específica del Ministerio de Sanidad. Ahí se informa claramente de consejos útiles para el ciudadano.
Sin embargo, para defender mejor su salud durante los días caracterizados por las olas de calor, es importante:
- Ventila la casa por la noche y temprano en la mañana, evitando la luz solar directa y, si es posible, mantenga la casa fresca con la ayuda de ventiladores y aires acondicionados. Estos últimos deben ser revisados y sometidos a un adecuado mantenimiento para evitar que sean fuente de contaminación por bacterias.
- Regula la temperatura de los acondicionadores de aire alrededor de 25-27 grados centígrados. Un nivel demasiado bajo en comparación con la temperatura exterior puede ser dañino para el cuerpo debido a la fuerte diferencia de temperatura en el paso del interior al exterior (choque térmico).
- Salir solo en las horas más frescas, hasta las 11:00 y después de las 18:00, posiblemente rumbo a áreas verdes, donde haya áreas sombreadas y también fuentes, ríos o lagos.
- Evita permanecer mucho tiempo al sol o exponerse directamente a sus rayos, para prevenir golpes de calor e insolaciones. Los bebés de hasta 6 meses no deben exponerse a la luz solar directa.
- Planifica tus viajes en automóvil para evitar permanecer mucho tiempo bajo el sol, verificando las condiciones del tráfico y las horas más calurosas. Dentro de un auto, las temperaturas pueden alcanzar rápidamente valores muy altos. Sé responsable y no dejes a los niños solos en el coche, incluso para paradas breves, pues el golpe de calor en el menor puede ocurrir en tan solo 20 minutos.
- Vístete con ropa cómoda y ligera de fibras naturales (algodón, lino, etcétera) y de un color claro ya que ayuda a respirar mejor ya no aumentar la temperatura corporal. Cúbrete la cabeza y llevar gafas de sol son otros consejos útiles a seguir para protegerse mejor de los rayos solares.
- Presta especial atención a la hidratación del cuerpo. Como regla general, es necesario beber al menos 2 litros de agua al día, a menos que tu médico te indique lo contrario. En caso de actividades deportivas o uso de fármacos, es necesario aumentar la cantidad de agua para compensar la pérdida con el sudor y evitar la deshidratación.
- No se recomienda el uso de alcohol, vino, café, bebidas azucaradas y carbonatadas. Evita el uso de agua o bebidas congeladas, especialmente después de la exposición al sol, durante o inmediatamente después de las comidas a fin de prevenir la congestión corporal.
- Si es necesario, usa suplementos de sales minerales solo después de consultar a su médico.
- Atiende tu ingesta de alimentos que aptos para el calor y lleva una alimentación correcta, consistente en comidas ligeras a base principalmente de frutas y verduras.
- No excedas en los condimentos picantes y es preferible los pescados y carnes blancas.
- La correcta temperatura de almacenamiento de alimentos, bebidas y medicamentos (posiblemente use el refrigerador para aquellos que deben almacenarse a temperaturas inferiores a 30 grados). El calor favorece la contaminación de los alimentos y aumentan el riesgo de gastroenteritis e intoxicación alimentaria, especialmente en los niños.
Para personas con enfermedades cardiológicas y presión arterial alta (hipertensión) es recomendable:
- Realizar un control frecuente de la presión arterial en períodos de altas temperaturas y buscar el consejo del médico para posibles ajustes de terapia antihipertensiva.
- Especialmente por la noche, evita la transición brusca de la posición horizontal (en la cama) a la vertical (de pie), que también podría causar la pérdida del conocimiento, deteniéndose en posiciones intermedias. Por ejemplo, sentarse en el borde de la cama durante unos minutos antes de levantarse.
Si a pesar de todas estas precauciones y advertencias, aparecen uno o más síntomas como fiebre, náuseas, sed intensa, calambres, confusión mental, desmayos, es bueno transportar a la persona a un lugar fresco y ventilado. Se debe tratar de refrescar el cuerpo lo más rápido posible utilizando paños húmedos con agua fresca, hacer beber líquidos y sales minerales, llamar a su médico, al servicio médico de urgencias o a los números de emergencia.