El gobierno de Argentina atraviesa una dura crisis económica, por lo que negocia con el FMI para extender los pagos de su multimillonaria deuda.
Economía argentina en cuidados intensivos. El poder estatal de Argentina, liderado por Alberto Fernández, mantiene una apresurada negociación con el Fondo Monetario Internacional para extender los pagos de su deuda de 44.000 millones de dólares, cuya cancelación vence en 2023.
El ministro de economía del país sureño, Martín Guzmán, le pidió al FMI que no los ponga en una “situación desestabilizante”. Si bien el ministro mantiene que el FMI también tiene mucho por perder, las consecuencias de un nulo acuerdo serían nefastas para Argentina.
«Si el Fondo Monetario Internacional empuja a la Argentina a una situación desestabilizante, va también a tener una legitimidad menor a la hora de, en el futuro, cuando otros países requieran del multilateralismo, para poder resolver junto a la comunidad internacional sus problemas, decidan qué hacer, si acudir o no a la institución», dijo el ministro Guzmán.
El presidente de la República argentina, Alberto Fernández, exige un programa de ampliación del fondo que le daría a Argentina un periodo de cuatro años y medio para cancelar su deuda total con el Fondo Monetario Internacional.
El ministro Guzmán pide al FMI que no frenen el crecimiento de la economía argentina: «Argentina es el país del G20 que más ha crecido en el año 2021, 10% del crecimiento del producto. Está creciendo el empleo, está creciendo la inversión, lo que queremos es poder darle continuidad a esta recuperación y para eso es muy importante no tener una carga de deuda sobre nuestras espaldas que nos inhiba de seguir por este camino».
Argentina, con un 51% de ascensión económica, registró la tasa de crecimiento más alta en todo el 2021 tras las crisis sufridas por la pandemia. Sin embargo, el país albiceleste sufrió una dura recesión económica desde 2018 a 2021, siendo una de las naciones peor golpeadas por la llegada del Coronavirus.
Según expertos y analistas económicos, si los argentinos no llegan a un acuerdo con el FMI, podrían alcanzar cifras superiores al 80% de inflación nacional, además de perder acceso a financiamiento de organismos internacionales, como el Banco Interamericano o el Banco Mundial.