La ley prevé “primas” a favor de los imputados que opten por definir el proceso en su contra mediante un procedimiento más rápido
El patteggiamento in apello trata de un acuerdo que se concede luego de la apelación de una sentencia. A pesar de ser de segundo grado, la ley permite que el acusado y el fiscal acuerden la sentencia final.
En otras palabras, se realiza un convenio colectivo cuando es evidente la responsabilidad penal del imputado. Sin embargo, existe un límite preciso a la posibilidad de recurrir a la negociación de culpabilidad: el procedimiento queda prescrito si la pena supera los cinco años de prisión. Cuando se inician procesos especialmente graves, este tipo de negociación se excluye.
El acuerdo da derecho a una reducción de pena de hasta un tercio, lo cual significa que si el acusado fuera a ser condenado a tres años de prisión, la penal final será reducida a dos años. Según la ley, es posible negociar un recurso cuando el fiscal y el imputado acuerdan aceptar en todo o en parte, los motivos del recurso con renuncia a cualquier otra propuesta. Si estos motivos implican una nueva determinación de pena, el fiscal y el acusado también deben indicar al juez la pena en al que están de acuerdo.
Como resultado de negociación, la audiencia se celebrará rápidamente en salas y el acusado tendrá mayor certeza de que el resultado de la sentencia será el acordado.