La paciente viajó a Italia porque en Perú no es posible realizar este tipo de trasplantes
Vanessa Acosta Guerra, una peruana de 38 años recuperó la vista después de 30 años al someterse a un trasplante de córnea en el hospital Santa Maria delle Grazie de Pozzuoli en Nápoles. Esta operación fue posible gracias a una cadena solidaria que le permitió viajar desde Perú a Italia.
La paciente fue dada de alta tras 24 horas de realizada la intervención y confesó conmovida que pudo ver el rostro de su padre después de mucho tiempo. Ella perdió la vista cuando era solo una niña debido a una infección ocular trivial que no fue tratada adecuadamente por el precario sistema de salud peruano.
“Lo que importa es el bienestar del paciente, independientemente de la nacionalidad, condición de origen y tipo de enfermedad”, declaró el director de la Azienda Sanitaria Locale de Napoles, Antonio d’Amore, demostrando su buena predisposición para atender con el mismo cuidado a migrantes e italianos.