La renovación de un contrato laboral juega un factor importante en el estatus económico de los trabajadores
El problema de la inflación en Italia ha destapado un inconveniente que presentan los trabajadores sobre la renta fija procedente del empleo. Esta situación se ve reflejada en la falta de solvencia económica sobre el crecimiento de los costes en el mercado italiano. Al respecto, OCDE señala una caída en los salarios durante el último año, sin embargo, la entidad sostiene que esto ya se había presentado entre 1990 y 2020 en 2.9%.
Para entender con mayor claridad lo que está sucediendo, es necesario introducir un tercer factor: la productividad. Según Eurostat, desde el año 2000 hasta 2020 la producción en el país aumentó 0.33% anual frente al 1% en Alemania y el 0.94% en Francia, pero actualmente presenta un inconveniente mayor.
En ese sentido, juega un factor fundamental la renovación de un contrato que ayude a mantener un estatus económico a los trabajadores, aunque éste se reitere cada tres años dependiendo de su calidad de trabajo. Y a pesar de que pueda haber una mejora sin el incremento de productividad, esto supondría poner en marcha un espiral contraproducente de precios y salarios.
Para ello, es importante no olvidar que casi el 60% del producto interior esta ligado al consumo interno de las personas que viven en territorio italiano y si el valor real de los salarios continúa cayendo, toda economía sufrirá las consecuencias de ello.