El folleto que se encuentra delante de la Fortaleza: “El clima de malestar dura desde hace años, necesitamos un debate sindical y valorización del personal”.
La palabra clave es “respeto”. Es paradójico que en un lugar de trabajo prestigioso, cuya cultura es el motor y el espíritu de esta iniciativa que atrae miles de personas, sin haber relaciones sindicales adecuadas o sin diálogo. Es inútil la creación de tantos escaparates bonitos si la gente que se encuentra dentro y el personal de Indire no trabajan bien allí, informó el secretario general del FLC Cgil, Emanuele Rossi, con el motivo del reparto de panfletos de la protesta promovido en la Fortezza con motivo de la inauguración de la feria Didacta.
Las peticiones son muchas, comenzando por la valorización de los trabajadores y la suerte de aquellos temporales que cada año esperan saber qué será de su futuro. El investigador del Indire y representante del FLC Cgil, Antonio Sofía añade que se pide reabrir un verdadero diálogo sindical, mismo que se interrumpe cada vez que no se sigue las posiciones de la administración. A su vez también indicó que se quiere discutir la carrera del personal, porque hay trabajadores Erasmus que se incorporaron hace 20 años y nunca tuvieron la primera transición y hoy forman a recién llegados, investigadores y tecnólogos, a quienes se les ha asignado un formulario de autocertificación para laborar fuera de sede, el cual les permite trabajar solo en determinados lugares y una serie de justificaciones restringen sus posibilidades de investigación independiente y autonomía de investigación garantizada por la Constitución. En el caso de los trabajadores temporales, unos noventa en las cuatro oficinas nacionales, pero concentrados principalmente entre Florencia y Roma.
Según el sindicato, si bien Indire lleva años proponiendo a las escuelas una organización participativa basada en las relaciones y cuidados, no está claro el cómo podría ser un lugar de trabajo del que salir en la primera oportunidad.
Antonio Sofía reitera que el clima de agitación interna es fuerte, pero que la administración sigue sin recibir a los sindicatos excepto para comunicar las decisiones ya tomadas; mientras tanto la gente se va o es trasladada. Los investigadores se trasladan a las universidades y los colaboradores técnicos y administrativos intentan trasladarse a otras instituciones.