El Senado italiano aprobó oficialmente el miércoles 4 de diciembre el nuevo «Decreto Flussi», una ley que regula la gestión de los flujos migratorios hacia Italia. Esta medida, que ya había sido validada por la Cámara de Diputados el 27 de noviembre, introduce importantes innovaciones en materia de inmigración y ha generado un intenso debate político y social en las últimas semanas.
Principales medidas del decreto
- Lista de países seguros:
El decreto incluye una lista de 19 países considerados «seguros» por el gobierno italiano. Entre estos se encuentran Egipto y Bangladesh, cuyos ciudadanos, tras ser rescatados en el mar Mediterráneo, han sido enviados a centros de inmigrantes en Albania. Sin embargo, estas acciones han enfrentado resistencia judicial. El Tribunal de Roma, en dos ocasiones, rechazó la detención de inmigrantes en dichos centros, argumentando que se requiere la intervención del Tribunal de Justicia de la Unión Europea para evaluar la medida. - La enmienda «Musk»:
El decreto fue modificado con una enmienda conocida como «enmienda Musk», en referencia a las críticas del empresario Elon Musk hacia los jueces italianos. La nueva disposición transfiere la competencia sobre la detención de solicitantes de asilo de los tribunales especializados en inmigración a los tribunales de apelación. El gobierno espera agilizar las decisiones, pero los partidos de oposición advierten que esta medida podría generar retrasos y falta de preparación técnica en los jueces de apelación. - Contratos de residencia y control fronterizo:
El decreto introduce normas más estrictas para la entrada de trabajadores extranjeros:
- Los empleadores y trabajadores deben firmar el contratto di soggiorno dentro de los ocho días posteriores a la entrada del trabajador en Italia.
- Si no se cumple este plazo, el empleador podría ser sancionado con la prohibición de solicitar nuevos trabajadores extranjeros durante tres años.
Además, los contratos relacionados con la entrega de vehículos y equipos a terceros países para el control de fronteras y flujos migratorios serán confidenciales. Esto permite a Italia suministrar, por ejemplo, patrulleras a países como Libia y Túnez sin necesidad de divulgación pública.
- Protección contra la explotación laboral:
El decreto establece un permiso de residencia especial para trabajadores extranjeros víctimas de caporalato (explotación laboral). Este permiso tiene una duración inicial de seis meses, renovable por un año, para garantizar asistencia legal y sanitaria a las víctimas.
Reacciones políticas
El gobierno defendió el decreto como una solución para ordenar y controlar los flujos migratorios. Según Paolo Tosato, senador de la Lega, «la medida busca dar respuestas concretas a un problema complejo». Por su parte, Maurizio Gasparri, líder de Forza Italia en el Senado, destacó que el decreto combina seguridad y trabajo.
No obstante, los partidos de oposición criticaron duramente la iniciativa. Andrea Giorgis, del Partito Democratico, afirmó que el decreto fomentará la irregularidad, la explotación laboral y el trabajo ilegal, además de incrementar el riesgo de marginación social y delincuencia. Matteo Renzi, líder de Italia Viva, calificó los centros para inmigrantes en Albania como «una de las mayores travesuras imaginables».
Conclusión
El Decreto Flussi introduce cambios significativos en las políticas migratorias italianas, buscando regular el acceso al país con fines laborales y reforzar el control de fronteras. Sin embargo, las críticas de la oposición apuntan a que podría tener efectos adversos, incrementando la precariedad de los migrantes y complicando la gestión judicial y administrativa. La implementación y los resultados de estas medidas serán determinantes para evaluar su eficacia en el futuro.