El país se encuentra entre los primeros del mundo por el número de estructuras protegidas por sistemas antisísmicos
Italia es el quinto país luego de naciones con mayor población como Japón, China, Rusia, Estados Unidos y el primero de Europa en la aplicación de aislamiento y disipación de energía en edificios, puentes y viaductos, además, el país ostenta un récord mundial de dispositivos denominados “antisísmicos” para la protección del patrimonio cultural.
Ante ello, los expertos subrayan que “Las tecnologías antisísmicas modernas pueden garantizar un grado de seguridad que no se puede lograr con técnicas tradicionales, sin afectar significativamente los costos”. Además, en el país hay más de 400 edificios equipados con dispositivos antisísmicos donde se protegen importantes obras, como por ejemplo los bronces de Riace, los cuales se encuentran resguardados por bases antisísmicas de ENEA, que, junto con el de Turín, también ha patentado un sistema antisísmico para edificios monumentales.
Hasta el momento existen formas esenciales para proteger a los edificios de movimientos antisísmicos: el enfoque tradicional trata de hacer que la estructura sea lo suficientemente robusta para que pueda soportar un máximo terremoto, además, otra solución pasa por la aplicación de dispositivos de aislamiento sísmico, el cual reduce drásticamente las acciones sísmicas transmitidas desde el suelo hacia la estructura y, por último, el tercero implica una mezcla de las dos primeras técnicas.
Es importante señalar que no basta solo con aplicar sistemas antisísmicos, sino que es importante hacerlo correctamente, de forma que el sistema sea utilizado como un “salvavidas” y no reste el trabajo, advierten los expertos.